Hacía muchos años que quería tener un kamishibai y me puse manos a la obra y, con unos cartones y papeles de colores, en un ratillo lo tenía listo. Y ya que estaba construído decidí que sería bonito estrenarlo en el nuevo proyecto de los árboles e introducir el tema de esta forma. Saqué del cajón una historia que escribí hace tiempo "La princesita Bom Sai Yi" y me puse, pincel en mano, a dibujar las láminas. Cuenta la tradición que en la antigua China vivió una princesita que se llamaba Bom Sai Yi y que, al tener su jardín feo y desastroso, estaba siempre triste, hasta que apareció por palacio un mercader con un regalo muy especial...
Espero que os guste.
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