Los pequeños proyectos de investigación son los grandes desconocidos en nuestras aulas. Este tipo de trabajo en la escuela, muy común en otras latitudes, aquí en España, acostumbrados a un tipo de educación más tradicional de estar sentados copiando y repitiendo lo que dice el docente, aún tiene que salvar algunos obstáculos, no solo gubernamentales sino también obstáculos entre los mismos docentes y en las familias. Estamos en ello pero aún no estamos preparados para el cambio.
El cambio. Ahí está la clave. Bajo mi humilde punto de vista tenemos que dar de una vez el gran paso, mejor el gran salto a una nueva educación. En mis 18 años de andadura educativa he llevado a cabo el método más tradicioal. Unas veces por desconocimiento y otras por dejarme llevar por las circunstancias del cole, pero desde hace un tiempo atrás una voz en off le dice a mi cabeza todos los días que lo que hago en mi aula es insuficiente. No se trata de echar por tierra todo el trabajo hecho hasta ahora ya que todos los niñ@s que han pasado por mi aula han tenido un aprendizaje normalizado, pero aún así estoy convencido de que las cosas siempre son mejorables. Por ello es necesario el cambio en las aulas. La educación, como cualquier cosa en la vida, evoluciona. Enseñar como hace 30 años no es que esté mal porque funciona pero... ¿se puede aprender de otra manera? SI es posible y mi aula es la plataforma para el ansiado cambio. Es cierto que no hay que ser extremistas; no se trata de cortar de raíz con todo lo anterior porque ya no vale; cada cosa tiene su tiempo y es un proceso que no se hace de la noche al día, no hay que precipitarse en nada. Desde mi entero convencimiento de que estoy haciendo las cosas bien y de que mi camino es el correcto debo intentar "convencer" a mis alumn@s, a mis compañer@s y a las familias de que el cabio es necesario y en eso estamos. El tiempo no es ningún problema. Paso a paso llegaremos al final.
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